Saludos,
Me presento, aunque ya me conocéis: soy un trabajador, como vosotros, pero vivo en Europa, en lo que los medios de comunicación denominan Primer Mundo y venden como el ejemplo a seguir para todas las naciones del planeta y qué, por lo tanto, es modelo que debéis adoptar. Esto ya lo sabéis y no me cabe la menor duda de que incluso arriesgaréis vuestra preciada vida para llegar a la panacea que se esconde tras nuestras cosas.
Dejadme, no obstante, que os prevenga.
Vuestro primer contacto con el Primer Mundo será a través de los medios de comunicación, las ONG´s o la Iglesia. Todas tienen un fin, predicar los valores occidentales por la Tierra a costa de los demás. Para ellos, el fundamento es económico, aunque lo vistan de solidaridad. Su objeto no es más que aumentar la demanda de clientes – y mano de obra barata- para los productos occidentales y para eso, debéis sustituir vuestra forma de vida por la nuestra, de manera que os volveréis pobres al querer lo que nosotros compramos – creyendo que nos da la felicidad- en vez de persistir y evolucionar en la forma de vida que durante miles de años han perfilado vuestras sociedades. En otras palabras, sois unos atrasados y debéis ser como nosotros: en cualquier TV encontraréis ejemplos a imitar.
Cuando lleguéis aquí, volveréis a ver los mismos medios que el sistema usa para destruir todas las culturas del planeta y doblegar la mano de obra a los designios del capitalismo: ONG´s, Iglesia y medios de comunicación.
Ah!, y no os dejéis engañar, los otros, los que se autoproclaman de izquierdas y solidarios: anarquistas, comunistas, socialistas, etc, son la otra cara del internacionalismo globalizador. Bajo la coartada de la solidaridad también pretenden crear mano de obra barata por todo el mundo erradicando vuestra cultura e identidad. Os consideran, simplemente, estómagos con patas, bienes de producción que ellos llaman proletarios, en vez de recursos humanos, que es como nos llaman – a vosotros también- los de derechas. Los unos y otros olvidan que hablan con personas, con su propia identidad y cultura. Solo les interesa vuestra capacidad de trabajo y compra.
Todos estos grupos os buscarán un trabajo muy mal pagado y en pésimas condiciones. Os dicen que son los trabajos que nosotros, los trabajadores del primer mundo, no queremos hacer… y es verdad. Tienen unas condiciones de trabajo que no merece ningún ser humano, aunque los occidentales de bien os digan que eso es mejor que vuestras vidas pasadas.
Para consolaros, los medios de comunicación dirán que el crecimiento económico es gracias a vosotros, lo malo es que los beneficios de dicho crecimiento no los veréis ni vosotros, ni nosotros. Eso si, cuando se acabe el crecimiento económico os darán la patada en la cara y no os querrán, además acabaréis peleándoos con los trabajadores de aquí por un cacho de pan. Y por cierto, no os haréis ricos… en un sistema capitalista, nadie se hace rico trabajando.
Los que peor suerte tengáis acabaréis en las garras de grupos de extrema derecha, salvajes e inadaptados que saldarán con sus puños y botas, en vuestros cuerpos, las frustraciones que el capitalismo les acarrea. Tampoco será demasiada suerte caer en manos de las mafias del trabajo sumergido o redes de tráfico de drogas, para los que sois muy apetitosos.
Como nacional revolucionario creo en la identidad de los pueblos, el derecho a su autodeterminación y en la revolución que facilite el camino para el libre albedrío de todas y cada una de las comunidades del mundo. La libertad radica en la participación política de cada persona y la decisión del futuro de su pueblo. Creo en un mundo diverso que respete las distintas formas de vida que la naturaleza ha creado a lo largo y ancho del planeta. Nuestro peor enemigo es la ingerencia etnocentrista, ora de izquierdas, ora de derechas. También creemos en el socialismo, pero no el internacional materialista que procura la proletarización del ser humano, sino el que pretende el bienestar de todos y cada uno de los miembros de todas y cada una de las comunidades humanas de nuestro rincón en el universo.
Aprended lo bueno de nuestra cultura, si queréis y adaptarlo a la vuestra. Defended vuestra identidad y no dejéis que os manejen estos gerifaltes con cara de buenas personas y boca llena de flores. Defended vuestra cultura y buscad vuestro propio futuro porque tal vez halléis un camino digno de ejemplo para todas las comunidades del mundo. No os dejéis engañar por las virtudes del capitalismo y defended vuestra forma de vida que por distinta, no es peor que la que os venden por la TV o a través de los tentáculos de la iglesia y las ONG´s. Eliminad vuestros dictadores – impuestos por el sistema mundial- y buscad lo mejor de vosotros mismos. Apreciad lo mucho o poco que tenéis y aprended a no depender de los piratas del primer mundo.
Por vosotros, por nosotros, por el ser humano: ¡Nacional Revolucionarios!.
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