sábado, 7 de junio de 2008

Redada policial en un parque ocupado masivamente por ecuatorianos

Agentes de la Policía Nacional y de la Policía Municipal de Madrid llevaron a cabo un amplio despliegue policial en un parque situado frente a los números 228-230 de la calle Antonio López y la M-30 tras la denuncia de vecinos de la zona por el ruido, la suciedad y la apropiación de las pistas deportivas durante los fines de semana por parte de un amplio colectivo de inmigrantes de origen "latino", en su mayoría ecuatorianos.

Según informaron a Europa Press testigos presenciales, el despliegue comenzó a las siete de la tarde y se prolongó hasta las 21.30 horas. Al término del mismo, 14 personas fueron conducidas en coches hasta dependencias policiales para proceder a su identificación.


A la zona se trasladaron dos furgones de la Policía Nacional, así como dos coches patrullas y varias motocicletas de la Policía Municipal, sumando alrededor de unos 20 efectivos.

Las pistas deportivas ubicadas en la zona, delimitadas por vallas metálicas de varios metros de altura, fueron cerradas durante el despliegue policial, mientras un grupo de inmigrantes "latinos" permanecía en el interior para que los agentes procedieran a su identificación, así como a cachearles y registrar sus mochilas y bolsas.
GRITOS DE 'ECUADOR, ECUADOR'
Alrededor de las instalaciones deportivas, un centenar de personas, principalmente de origen "latino", protestaba levemente contra el despliegue policial al grito de 'Ecuador, Ecuador'. Algunos de los asiduos a estas pistas tenían antecedentes por tráfico de drogas.
Fuentes policiales indicaron a Europa Press que el dispositivo desplegado en la zona respondía a varias denuncias de los vecinos de la zona que reiteradamente se habían quejado del ruido, la suciedad y la apropiación de las pistas deportivas por parte de un amplio colectivo de inmigrantes "latinos".
Varios vecinos explicaron que los inmigrantes realizan apuestas ilegales en las pistas, venden comida y bebida, además de colocar candados en los accesos a las mismas para que nadie pueda entrar y disfrutar de un uso privado de las mismas e, incluso, cobran por su uso.
Asimismo, los residentes en la zona se quejan del ruido y de la suciedad que hay en el parque, con latas, botellas y restos de comida tirados por el suelo, un estado que impide que puedan llevar a los niños del vecindario a jugar al mismo. También denuncian que, durante los fines de semana, un amplio colectivo de inmigrantes "latinos" se "apropia" de las pistas, haciendo imposible que cualquier persona del barrio pueda disfrutar de las instalaciones.
Por su parte, algunos de los inmigrantes se quejaron de que hubieran sido cacheados por la Policía sin motivo aparente. Mientras unos aseguraban que les habían empujado durante la identificación, otros calificaban de correcta la actuación policial.