domingo, 8 de febrero de 2009

Hablemos de Madrid y su 9,8% de parados.

Lo único que asciende en cuanto al tema de tratar números es el cómputo de trabajadores que dejan de poder ser trabajadores, para ser trabajadores, trabajando en buscar trabajo. ¿Menudo trabalenguas? Más de un quebradero de cabeza está dando a 439.080 de desempleados madrileños, que estén inscritos y mediante el maquillaje de cifras “Caldera”, ni pensemos en verle la cara al número real sin maquillaje que atenúe la tragedia que hay en muchos hogares.

Crecimiento, confianza empresarial, inflación, turismo, construcción, matriculación de vehículos... Todo cae en picado.

Nuestra querida ciudad ya tiene un Ayuntamiento hipotecado, un Ayuntamiento que debe unos 7.000 millones de euros a los bancos.

Los 3,2 millones de habitantes que vivimos en la capital nos instalamos en un año de crecimiento negativo según las previsiones que se tienen, así que ese medio millón de parados se verán acompañados por otros tantos más.

Si en la capital el porcentaje de parados es de 9,8% en la Comunidad es del 10,15%

El sector servicios es el que mejor aguanta el temporal.

El turismo, empieza a ser de los malos noticieros, aunque aun no rozan el catastrofismo general. Barajas, copa alrededor de un 10% del PIB de nuestra ciudad, y también se ha visto seriamente resentido, el número de usuarios descendió un 13% en el último periodo, según el Barómetro.

El sector energético consigue mantener sus cifras en positivo, aunque desciende un 3,3% el consumo respecto al año pasado. Suponemos que más de uno ha dejado de poder pagar la calefacción y no la usa, algo registrado en llamadas en programas matutinos de Onda Cero, sin ir más lejos.

Frente a toda esta dramática situación en la que se ve sumergido el pueblo, no solo en Madrid, nosotros no olvidamos al resto, las únicas medidas que se pregonan es un abaratamiento del despido.

Al final somos siempre nosotros, los de siempre, ni bancos, ni políticos, los que nos apretamos el cinturón, aunque algunos ya lo hayamos empeñado para poder tirar para adelante.

Carmen Padial, militante del M.S.R Madrid