domingo, 15 de marzo de 2009

El Heroísmo se hace consciente


En la tarde del viernes 13 a las 20:00 h dio comienzo la conferencia: "Rugir en el desierto: el Heroísmo como valor moral aquí y ahora". Con una gran afluencia de público, y quedándose pequeña la sede, la conferencia fue ofrecida por Carlos Roldan, licenciado en Derecho y Filosofía, experto en Teoría de las Artes, además de miembro directivo de la Sociedad Española de Estudios de Nietzsche.

Daba comienzo valorando el sentimiento de libertad, y dedicando unas palabras al responsable de Ediciones Nueva República, J. Antonio Llopart, por la represión que sufre por la simple venta de libros. Continuó indicando que debemos poner el honor a trabajar. Que nuestra sociedad ha normalizado la fealdad. Los días se preñan de cotidianeidad, los hace iguales. La sonrisa del vikingo se nos ha convertido en un triste esbozo. Hemos adquirido una dimensión opaca de nuestra persona, hemos echado no doble, sino triple llave al sepulcro del Cid (teniendo en cuenta que un sepulcro es un sitio donde estuvo vivo un día el ideal heroico).

El ideal heroico es un ente vivo y busca formas adecuadas para manifestarse. Aferrándonos a una belleza heroica, no haríamos más que matarlo, el ideal es espíritu, se mueve y transforma, no es materia caduca y uniforme. Sufrimos el advenimiento de la modernidad de la doble... no, triple llave echada a la tumba del Cid, que no es más que echarle la llave al ideal heroico. Quien echó la llave, es el que huele a cadáver en verdad, la modernidad huele a muerto...

La "Post modernidad" es una nueva Edad Media que se nos echa encima, o que tenemos encima, por lo tanto es el tiempo del héroe. La noche ha despertado al héroe, es el mal el que despierta al héroe, su afán de vencerlo, el lobo despierta en la oscuridad; la oscuridad, la noche, estimula la acción en el lobo.

Sufrimos el tiempo en el que el medio ambiente está más pauperizado. La soledad es más frecuente y palpable, es líquida. Las relaciones son imágenes, es un ordenador, ello ha sustituido al ser humano. Ha nacido el Homoeconómicus mundialmente, un ser que no ve más allá de lo económico. Una imagen predominante impuesta, un pensamiento único. Por lo tanto ha de nacer el héroe que luche contra la mentalidad del criterio por rentabilidad económica. Un "New Age" de consumo esotérico. El hombre actual tiene pretensiones de universidalidad, pretende ser universal, es el enemigo que todos llevamos dentro. El Homoeconómicus, no es un ser humano, es un homínido máquinicus y el héroe debe saber qué terreno pisa para cumplir la misión evolutiva que pertenece a cada especie.


En el mundo animal se está tratando de conquistar la individualidad y en el ser humano la transcendencia. El ser humano es capaz de dejarse llevar por algo que le supera, es capaz de mirar a las estrellas aunque le apriete el hambre o cualquier otra necesidad en ese momento. Es capaz de salirse de sí, es capaz de superarse. El hombre es el puente entre el héroe y la divinidad. Puede despertarlo: el mal, la belleza y la dificultad. Empezar a transcenderse, empezar a ser el ser heroico. El ser heroico es un exceso filosófico del alma, de lo espiritual. Es un desbordamiento del instinto de conservación de la especie.

El heroísmo se hace consciente, se tiene consciencia del heroísmo, se hace un oficio: el hombre de plata de la república de Platón. Hoy el heroísmo no tiene sentido en soledad. Debe ser canalizado estratégicamente y con inteligencia, no es un dispositivo de afirmación propia, el héroe piensa en el otro, en los otros. Siempre debemos evitar la tentación de egoísmo.

Debemos hacer entrega de nosotros al ideal, un ideal que se nos escapa, somos nosotros para el ideal, no el ideal para nosotros. Y el ideal nos usará y nos abandonará, incluso sin agradecernos nada.

No hay que pensar en pasear más sepulcros, el ideal se mueve, pero no cambia. Está vivo, los que no nos movemos somos nosotros. Tratamos de hacernos dueños de un ideal y debemos dejarnos poseer por el ideal.

Hay que anteponer a la comunidad a la que sirve, por encima de sí mismo, los héroes son los guardianes de la República de Platón, los defensores. ¿Dónde habría que buscar al hombre o a la mujer de plata?

Debemos ejercer una guerra sin cuartel al Homoeconómicus, vencernos a nosotros mismos, pues estamos poseídos por él.

Un héroe no odia, debe hacerlo desde la necesidad de librar al enemigo del mal, no desde el odio, de otra forma asesina y somos héroes, no asesinos. En verdad está librando al enemigo del propio enemigo. No podemos convertirnos en bestias y responder instintivamente al caos, de forma marginal, no es ponernos un mono para combatir. Nos enfrentamos a lo caótico, al Homoeconómicus del enemigo.

El héroe es un trabajador, debe destruir la materia para darle una forma bella, no debe martillear la piedra, debe darle una forma bella. Contar qué somos y porqué lo hacemos. Cuanto más difícil, más gloria, es el privilegio de un caballero, es el empeño, es como resultado unas Termópilas políticas, unas matemáticas políticas, que es donde este partido, el MSR, se encuentra ahora. Puede vencer esa batalla, mediante sus héroes, o morir y ser destruidos.

Pero ante todo hay que creer ser héroes, luchar por ser héroes, pulir nuestra alma para que sea la de un héroe. Y tras la evolución, dejarte llevar en el baile que nos ofrezca el ideal; que será una ofrenda a nuestra comunidad y no una búsqueda propia y egoísta, y esto será: hasta que el ideal lo desee.

Un deleite sin duda, y mucho que pensar tras escucharle.

Tras la conferencia se hizo ruego de preguntas que el conferenciante respondió gustosamente.

Agradecemos a todos los asistentes el interés mostrado y les esperamos en la próxima conferencia que versará sobre la Resistencia Palestina.