viernes, 27 de marzo de 2009

Más parados que se acercan a pie a la capital.

Si hace unos días venían desde Elche andando para reclamar desahucios por haberse quedado en el paro, ahora es desde Barcelona a Moncloa andando por no tener trabajo.

No piensan moverse de la puerta del Palacio de La Moncloa hasta que el Zapatero les reciba.Son Antonio García Liarte y José Manuel Muñoz, dos parados que, agobiados por las deudas contraídas, quieren soluciones.

Antonio tiene 31 años, soltero, y sin hijos. Viene a Madrid desde Piera, su pueblo, a «echar los restos».

José Manuel con más obligaciones familiares, declara que esta es la única forma de reivindicar un puesto de trabajo.

Recuerdan las palabras de Zapatero:«Zapatero dijo que no iba a dejar a nadie en la cuneta, pero es mentira. Aquí estamos esperando, en la mismísima cuneta».

Llevan nueve días acampados a menos de 30 metros del perímetro de seguridad del Palacio de la Moncloa. La GC les ha “asignado” una esquina, donde tienen sus sacos de dormir y esterillas.
Después de haber caminado casi 800 kilómetros desde Manresa, Antonio perdió en ese trance 8 kilos, y la uña del dedo meñique, y muestra sus pies destrozados.

Ambos eran trabajadores, uno de una empresa distribuidora del sector del automóvil y el otro de la construcción.

Las deudas de hipoteca, préstamos personales y pagos de subsistencia en general les tienen asfixiados. «Yo lo he intentado todo. He mandado cientos de currículos, he ido a los Servicios Sociales, fui a renegociar con los bancos, escribí un mail al Gobierno... sólo me queda robar. Por eso antes de dedicarme a robar, lo intento en la Moncloa», cuenta Antonio.

Desconocidos han sido solidaros con su situación haciéndoles entrega de comida diariamente. «Hay un señor mayor que nos trae cajas de fresas, manzanas, naranjas, leche... un hornillo para calentar, rotuladores y cartones para hacer pancartas, y que incluso se lleva nuestros móviles para cargarlos en su casa». La gente, concluye Antonio, «se siente identificada con nuestra situación, porque es la de muchos». «Desde aquí pedimos que el pueblo salga de sus casas y luche por sus derechos. Las batallas sólo se pierden cuando se abandona. Y nosotros no pensamos movernos de aquí».

C.P