martes, 15 de septiembre de 2009

La región pierde 2.740 autónomos en agosto, 26.743 en los últimos 15 meses


Un total de 2.740 trabajadores autónomos se han dado de baja en la Comunidad de Madrid en el mes de agosto, una tendencia que se mantiene desde hace 15 meses consecutivos, en los cuales se han perdido un total de 26.743 autónomos en la región, según datos de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) Madrid.

Madrid es la tercera autonomía española con más número de autónomos, con 363.914; por detrás de Cataluña, con 554.924; y Andalucía, con 480.233. La Comunidad Valenciana le sigue, con 339.663.

La Comunidad de Madrid también es la tercera región que más autónomos pierde en agosto, con 88 trabajadores menos al día. La estadística la encabeza Cataluña, con 3.771 menos; Comunidad Valenciana, con 2.835 menos y Andalucía, con 1.996 autónomos menos el mes pasado.

Según UPTA, Madrid mantiene una pérdida continúa de trabajo autónomo por un periodo de 15 meses consecutivos con la misma tendencia. "Habría que remontarse a octubre y noviembre de 2006 para encontrar una cifra similar a la actual en cuanto a número de afiliados se refiere", señaló la asociación, al tiempo que espera una respuesta de la Gobierno regional a su propuesta de Plan de Apoyo al Trabajo Autónomo.

MÁS DE 1.330 COMERCIOS MENOS.

Por otro lado, en agosto 1.330 comercios han cesado su actividad en la región, mientras que en el sector de la construcción se perdieron 6.994 trabajadores autónomos. Representan, en el primer caso, el 18 por ciento de los que se dieron de baja en España, y el 14 por ciento en el segundo caso. En el resto del país cesaron en su actividad 7.808 comerciantes y 48.722 trabajadores autónomos del sector de la construcción.

La secretaria de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos, María José Landaburu, manifestó que el panorama del trabajo autónomo "de extraordinaria gravedad", y esconde "una realidad que refleja una situación en la que se producen cierres de negocios, disminución en las cotizaciones de la seguridad Social derivadas de las bajas en el RETA".

"En un momento en que, precisamente, aumentan las necesidades financieras para atender el importante incremento del número de prestaciones, que deberían ampliarse para cubrir aquellos trabajadores autónomos que cierran y se quedan sin su actividad o negocio en evidente desprotección social", señaló Landaburu.


Es decir, que mientras en nuestras localidades aumentan a un ritmo desenfrenante los negocios de multinacionales ( españolas o no) y los pequeños comercios regentados por personas allende los mares observamos como, al mismo ritmo, se destruyen los regentados por madrileños. Ya sea por la presión fiscal de las que otros carecen o por el individualismo de nuestros compatriotas que se aferran a lo más barato y/o a un horario más flexible, el resultado es que muchas inversiones, ilusiones, ganas de trabajar, años de esfuerzo e innovaciones caen en saco roto. Y es que esta situación, sin Solidaridad Nacional ni Justicia Social, siempre será la "pescadilla que se muerda la cola".