viernes, 9 de octubre de 2009

Batacazo Olímpico


Madrid 2016. Otro batacazo olímpico. Otro montón de millones de euros tirados a la basura. Exactamente 16,8 millones de pesetas pagados por los madrileños. Lamentaciones, consuelos y posiblemente, la preparación de la candidatura de 2020. Pero, ¿merecía la pena invertir todo ese dinero por el intento olímpico?

Para empezar, hay que valorar lo que nos aportarían los juegos. Respecto a los ingresos, sería un mes en el que recibiríamos cientos de miles de turistas que dejarían bastante dinero. Ahora la parte mala, los gastos, lo que no nos dicen en la publicidad que nos han estado metiendo por los ojos a diario: Habría que construir todas las instalaciones deportivas, villa olímpica, plazas hoteleras, seguridad… un sin fin de gastos, que para nada podrían ser compensados con las ganancias y que empezaríamos a pagar todos los madrileños desde el mismo momento en que Madrid fuese anunciada ganadora. Más impuestos, más tasas, aunque sea impuestas doblemente como la basura, más parquímetros, más multas, y la elevación de unos precios que ya de por sí están por las nubes. ¿Y después? Como en Barcelona, estructuras que quedarían abandonas a su suerte tras el evento, y miles de parados tras finalizar las construcciones.

Además, los juegos a día de hoy, no dejan de ser otro espectáculo comercial más, fiel reflejo de lo que es el “deporte de élite”, especialmente el fútbol. Hasta hace poco la mayoría de equipos eran amateurs o juveniles, ahora en casi todas las disciplinas juegan los profesionales. Muy atrás quedan los días de las antiguas olimpiadas griegas, donde los juegos eran algo sagrado que suponía paralizar guerras, o incluso resolver éstas a través del deporte. Deporte que era considerado como algo noble y elevado, y no un sucio negocio mercantil ni una droga para el pueblo. Y desde luego no con ese aire progre y “multiculti” con el que se ha realizado esta campaña. Más les hubiese valido a nuestros políticos fomentar el deporte de verdad, por ejemplo construyendo carriles-bici y espacios para correr, arreglando los espacios deportivos de los barrios, totalmente deteriorados y tomados por las bandas y fomentando las actividades deportivas entre los jóvenes, y a poder ser no solo fútbol.

Ahora la realidad actual. Nuestro querido alcalde se ha gastado la friolera 28 millones de euros en la candidatura de Madrid 2016, más otro tanto en el anterior intento de 2012. Lo grave de este último intento es que desde el principio era una candidatura sin posibilidades reales, ya que nunca han sido elegidas 2 ciudades consecutivas del mismo continente. Pero eso al alcalde y al resto de iluminados les daba igual, han construido infraestructuras a lo loco, como la llamada Caja Mágica en un intento desesperado por ganar méritos frente al COI, las cuales por supuesto pagaremos todos los ciudadanos de a pie.

Y la pregunta es, ¿por qué este señor despilfarra el dinero de esa manera para algo prácticamente imposible, en la situación de crisis actual, y con una ciudad que pide a gritos más inversiones en muchas materias prioritarias? Inseguridad, transporte, barrios-guetto, ayudas a la vivienda… todo eso parece ser que es menos prioritario que la cabezonería del alcalde con las dichosas olimpiadas. Además, es realmente paradójico que, en el circo que montaron el domingo anterior a la elección, se colapsase media ciudad por ello. Si no se puede organizar ni un acto friki como ese, ¿como pretenden organizar una olimpiada?

Ahora todo ha pasado, y todo continuará como siempre. Nadie exigirá responsabilidades políticas por esta cabezonada, y los únicos que pagaremos seremos los ciudadanos, que tendremos que sufragar todo este gasto absurdo, unido al que ya soportamos debido a obras pasadas de dudosa utilidad. Y en las próximas elecciones, el pueblo a votar más de lo mismo. Por lo menos a los politicastros de Madrid les queda el consuelo de que alguna de sus cabezonadas si va saliendo adelante, como convertir a Madrid en la capital mundial "gay". Será que se sienten más próximos a ello que al verdadero espíritu olímpico.

Secretaría de Comunicación del MSR-Madrid. Federación Centro.