jueves, 8 de octubre de 2009

La crisis la pagaremos todos vía impuestos en 2010


La reforma fiscal del Gobierno hará pagar más a las rentas medias y bajas y aún se desconoce cómo afectará a la evolución económica.

La reforma fiscal que el Gobierno planea aplicar el próximo año afectará a todos: trabajadores, consumidores, ahorradores… Los ciudadanos con ingresos anuales por debajo de los 30.000 euros –el 88,76% de la población española, según los técnicos de Hacienda- se verán afectados por la subida del IVA, la eliminación de la desgravación de 400 euros en el IRPF o el aumento de la presión fiscal sobre los ahorros prevista en el borrador de los Presupuestos Generales del Estado para 2010. Los 'mileuristas' y los 'dosmileuristas' están llamados a arrimar el hombro para equilibrar las cuentas del Estado, en números rojos por la menor recaudación fiscal y el incremento del gasto social a consecuencia de la crisis.

José Luis Rodríguez Zapatero ganó las elecciones generales de 2008 con un programa económico de corte social cuya orientación ahora ha cambiado al impulsar una reforma fiscal que recorta el poder adquisitivo de las rentas medias y bajas. ¿Por qué el viraje? La crisis parece cambiarlo todo, también la ideología. La prioridad del Gobierno es mantener las prestaciones sociales durante la crisis a la vez que sujetar el galopante déficit, que en un año ha duplicado la deuda del Estado (del 37% del PIB en 2008 hasta el 62,54% a finales de 2009, según las previsiones). Una manera rápida que tiene el Estado de conseguir dinero extra es subir el IVA, un impuesto indirecto y nada progresivo pero difícil de esquivar por los ciudadanos.

Con el incremento del IVA, el Estado espera ingresar 11.000 millones más a partir del 1 de julio de 2010, cuando se aplicará la subida sobre este impuesto en dos de sus variantes. Además, el Gobierno recaudará de forma extra otros 5.700 millones de euros, a consecuencia de eliminar la desgravación de 400 euros del IRPF. El otro ingresa extra, cifrado en 800 millones, provendrá de aumentar el impuesto sobre las rentas del capital. Las tres medidas aumentan la presión fiscal y, sin embargo, no acabarán con el déficit en 2010. En el próximo año, la diferencia entre gastos (185.249 millones) e ingresos (121.627 millones) ascenderá al 5,4% del PIB, según el Gobierno.

¿Quiénes harán el mayor esfuerzo económico para combatir la crisis? La respuesta se extrae de analizar las subidas recogidas en la reforma fiscal:

Subida del IVA. Este impuesto indirecto, cuyo impacto es mayor en quien percibe menores ingresos, aumenta del 16% al 18% en su tipo general, y del 7% al 8% en el tipo reducido. El IVA del 4% se mantiene intacto. La repercusión en el bolsillo de este impuesto la explica muy bien el periodista Javier Ruiz, autor del libro 'Psiconomía': "Cuando unos pañales se encarecen veinte euros, lo sufren más quienes menos tienen. Para quien cobra 1.000 euros al mes, eso supone un 2% más de presión fiscal. Para quien cobra 10.000 euros al mes, la presión es sólo un 0,2% mayor. Es lo que en jerga se conoce como "impuesto regresivo". O impuesto "injusto".

*Tipo superreducido (4%). Se aplica a los productos de primera necesidad. El Gobierno no tocará la tasa, por lo que no se pagarán más impuestos en las siguientes compras: pan, leche, queso, huevos, frutas, verduras, hortalizas, legumbres y tubérculos, libros, revistas, periódico, material escolar (sin incluir productos electrónicos), medicamentos, vehículos para minusválidos, prótesis e implantes y viviendas de protección oficial.

*Tipo reducido (8%). El impuesto se aplica a los siguientes bienes y servicios: los alimentos no incluidos en el tipo reducido, bebidas refrescantes, animales destinados a consumo humano, bienes utilizados en actividades agrícolas, ganaderas o forestales, lentillas, gafas graduadas, asistencia sanitaria, servicios dentales, importación de objetos de arte o antigüedades, peluquería, entrega de viviendas, incluidos garajes y anexos, construcción de viviendas (entre promotor y contratista), servicios deportivos, servicios culturales, servicios funerarios, hostelería y restauración, limpieza en espacios públicos, transporte de viajeros y utilización de autopistas.

*Tipo general (18%). Los dos puntos que se incrementa esta tasa afectará al precio del resto de productos y servicios no incluidos en las anteriores variantes de IVA: ropa, calzado, tabaco, bebidas alcohólicas, CD's, servicios de radio y televisión, servicios de bricolaje…

Menos deducción en el IRPF. Las rentas medias no podrán desgravarse los 400 euros de una de las medidas estrellas de la política económica del Gobierno en 2008. La traducción es que unos 5.700 millones de euros pasarán de los bolsillos del ciudadano a las arcas del Estado: 4.100 en 2010 y el resto cuando se presente la declaración de la renta en 2011. La posibilidad de subir el tipo máximo del 43% para que los que más tienen pagaran más ha sido descartada por el Gobierno.

Sube la tributación del capital. Aumenta el actual tipo del 18% al 19%, para los primeros 6.000 euros de beneficio, y hasta el 21% para las plusvalías que superen esa cantidad. En el primer grupo se incluye el 94% de los contribuyentes con rentas de capital, según el Gobierno. Para estos ciudadanos, la presión fiscal sólo aumentará una media de 6 euros al año. Dicho de otro modo: si alguien recibe del banco 6.000 euros de intereses anuales por tener ahorrados 200.000 euros, pagará 90 euros más al aumentar el impuesto del 18% al 21%. Calderilla. De ahí que Hacienda sólo vaya a recaudar unos 800 millones más al desdoblar el tipo.

Vivienda. La deducción fiscal de 9.015 euros para los compradores de una vivienda sólo se mantendrá a partir de 2011 para las personas con una renta inferior a los 24.000 euros. La posibilidad de desgravarse por alquiler también es posible que se recorte. Si el Gobierno confirma esto último, afectaría a los asalariados con rentas anuales inferiores a 24.000 euros que se deducen en la actualidad el10,05% sobre un máximo de 9.015 euros de alquiler.

Baja el impuesto de sociedades. Los pymes, con más de 25 trabajadores y una facturación máxima de cinco millones de euros, pagarán un 20% en vez de un 25% por sus beneficios si generan más empleo o mantienen el que tienen. Los autónomos se beneficiarán también de la medida en su IRPF.

Tras conocer cómo afectará la reforma fiscal a cada bolsillo, la siguiente pregunta a despejar es el efecto que la subida tributaria tendrá en la economía. En este asunto, las opiniones están dividas. La mayoría de los expertos cree que la subida de impuestos retraerá el consumo y lastrará las ventas, por lo que la crisis económica podría profundizarse. Otros son de la opinión, incluidos los asesores del Gobierno, de que la reforma fiscal respetará el consumo porque se aplicará en un momento en que se espera que la economía española haya iniciado su recuperación.