domingo, 7 de febrero de 2010

Ruina consentida


David Cediel, obrero de 36 años de la constructora Jigar, S.A., se encuentra subido en una grúa a 40 metros de altura con una mochila llena de latas de conserva y botellas de agua, envuelto en un saco de dormir para combatir el frío.

El motivo de la protesta es la deuda que la empresa Ploder, encargada de la construcción de un aparcamiento en Pozuelo, tiene con la constructora en la que trabaja.

El trabajador se subió a la grúa a las siete de la mañana del pasado lunes con cuerdas y un arnés de seguridad, para colgar una vez arriba una pancarta con la leyenda de RUINA CONSENTIDA, que es una critica al Ayuntamiento de Pozuelo gobernado por el Partido Popular, por las deudas que tiene Ploder con distintas empresas subcontratadas para la ejecución de un aparcamiento subterráneo.
La obra que comenzó en verano de 2008 y que cuenta con un presupuesto de 22 millones de euros, fue adjudicada cuando el alcalde era Jesús Sepúlveda y la concejal de Obras Yolanda Estrada, los cuales tuvieron que dejar sus cargos por estar imputados al caso Gurtel, trama corrupta ligada al PP.
La compañía del obrero subido a la grúa, Jigar, S.A., reclama a Ploder 140.000 euros por la construcción de la estructura del aparcamiento. A otra empresa, Cobaralba, S.L., le adeuda 150.000 euros, y así hasta los 81 millones de euros que debe al conjunto de acreedores.
El obrero explicó ayer por teléfono, subido a la cima de la grúa, que no piensa moverse hasta que el Ayuntamiento fuerce a la empresa a negociar: “Alguien tiene que presionarlos para que paguen la deuda; no bajaré hasta que se sienten a negociar. Tengo agua y latas de sardina para rato”
El Ayuntamiento que pidió sin éxito a Cediel que bajara, no mientras el mismo interés a la hora de que Ploder pague sus deudas. Lo que evitaría la destrucción de centenares de puestos de trabajo.
El dueño de Jigar, SA, y suegro del obrero, Arturo Sandín, de 52 años, asegura que su empresa está al borde de la quiebra por culpa de varios impagos como éste: “En un año hemos tenido que despedir a 140 trabajadores. Ya llevamos cinco impagos por obras distintas. Debemos 600.000 euros a los bancos. Si no conseguimos que Ploder y los demás nos paguen, en cinco meses quebraremos y los bancos nos lo embargarán todo.
¡¡CONTRA SUS ABUSOS NUESTRA MOVILIZACIÓN!!