Los militantes del
MSR Madrid revindicaron el denominado día de la mujer, pero no con el
mismo objetivo que el de las hembristas, progresistas y demás portavoces
de la pretendida corrección política, cuya única lucha por la mujer
consiste en llevarla a ser una copia a la imagen y semejanza del hombre,
anulando su feminidad y su espíritu. Ellos, en su concepción
materialista, solamente ven en la mujer un objeto a través del cual
realizar sus utopías “igualitaristas”, suprimiendo todo atisbo femenino y
natural, toda diferencia propia nacida de la naturaleza. Además
queremos denunciar que la lucha hembrista es una herramienta más de
división y enfrentamiento, siendo usada -esta guerra de sexos- con el
mismo objetivo que con el que se creó la lucha de clases.
Todos sabemos que aún se producen
diferencias salariales y otros tipos de discriminación laboral entre el
hombre y la mujer, y desde el Movimiento Social Republicano lucharemos
para erradicarlas, así como contra todo ataque hacia la dignidad y los
derechos de las mujeres.
Pero también denunciamos otras graves
discriminaciones que sufre la mujer a día de hoy, y ante las cuales los
adalides de la libertad y la progresía callan. Nos referimos
principalmente a uno de los principales derechos naturales de la mujer
como tal: el derecho a ser madre. Hoy en día las mujeres jóvenes son
discriminadas en los procesos de selección como “madres en potencia” que
en el futuro puedan ejercer su derecho a la baja por maternidad.
Derecho, por otra parte, que tiene una existencia más virtual que real,
al ser el despido la salida por la que los empresarios optan la mayoría
de las veces ante un embarazo.
Sin embargo, en nombre de esa falsa
libertad y emancipación de la mujer se proclaman aberraciones como el
aborto. Mientras la maternidad es penalizada, laboral y socialmente, y
el estado niega las ayudas necesarias, destinan éstas a la subvención
del asesinato impune de niños. Una gran muestra de la inversión de
valores que sufrimos.
Asimismo, subrayamos la importante y
olvidada labor que realizan esas madres que renuncian a sus estudios,
trabajos y expectativas laborales por sacar adelante a sus familias. Un
claro ejemplo de abnegación y sacrificio, ni reconocido ni valorado como
se debe. Tal parece que la familia, gen primigenio que vertebra nuestro
orden social desde el principio de los tiempos, careciera de
importancia ¿dónde estaríamos todos nosotros sin la familia?
Por lo tanto, desde el Movimiento Social
Republicano pedimos el reconocimiento de la mujer como tal; no como un
simple clon del hombre, ni tampoco como un objeto carente de derechos y
dignidad. Pedimos la dignificación de la mujer en la esencia de su
feminidad: como madre, trabajadora, luchadora y portadora de valores
eternos.
Por todo ello, pedimos la liberación de
la mujer. La liberación de las cadenas del capitalismo, que condicionan
su deseo de ser madre a los designios de la producción. De las cadenas
del machismo, que la relega a la dimensión de un objeto con la única
función de satisfacer y servir al hombre. Y de las cadenas del
hembrismo, que niega su condición natural en un concepto de igualdad mal
entendido.
Sec. de Comunicación del MSR Madrid