lunes, 18 de noviembre de 2013

Crónica de la manifestación de Liga Joven en Ciudad Universitaria










El pasado sábado 16 de noviembre, un numeroso grupo de militantes y simpatizantes de Liga Joven salió a la calle para mostrar su compromiso con la “rebelión juvenil” en pro de los derechos de los jóvenes, en especial, en el ámbito de la educación. Por ello, el lugar elegido para la manifestación fue Ciudad Universitaria, en Madrid.
Un gran número de manifestantes se citaron en la boca del metro Metropolitano, para llegar en grupo al lugar donde daba comienzo la marcha.
Una vez llegados a la boca de metro de Ciudad Universitaria y mientras se esperaba el comienzo del acto, nos encontramos a un patético grupo de unos 50 antifascistas que pretendían boicotear la manifestación parapetados dentro de una facultad a doscientos metros del inicio de la manifestación,dejando claro una vez más que son una buena banda de cobardes y que la presencia policial les vino de lujo.

La manifestación comenzó sin más incidentes, con cánticos por la educación pública y de calidad, y contra el pretendido monopolio ultraizquierdista de las aulas, y se desarrolló sin problemas hasta llegar a su destino, la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid, destacando el encendido de varias bengalas en las escaleras que unen ésta con las Facultades de Derecho y Filosofía.

Al llegar a la Facultad de Historia, fortín antifascista y gran foco de adoctrinamiento izquierdista de los alumnos, se guardó un minuto de silencio en recuerdo por nuestros camaradas griegos de Amanecer Dorado, asesinados cobardemente hacía poco más de dos semanas. Posteriormente, se realizaron discursos, hablando de la politización que padecen nuestras universidades, destacando las bonanzas de los sistemas educativos de los fascismos europeos del siglo XX, y resaltando la importancia de nuestra lucha y su necesidad de cara al presente y al futuro de nuestra Patria y de sus hijos.

Fue la primera manifestación nacionalista en la universidad desde hace una década, y podemos asegurar que no será la última, porque hemos venido para quedarnos y no vamos a permitir que nada ni nadie nos pare.