En el día ayer, viernes 23, sobre las
seis y media de la tarde, en medio de una ruidosa Castellana plagada de
autobuses electorales de los partidos del sistema, los militantes del
MSR Madrid vuelven, una vez más, a ser vanguardia. Entre una auténtica marea electoral contratista, los miembros del Movimiento Social Republicano, trabajan sin sueldo, por nada a cambio, solo la mera satisfacción de trabajo bien hecho por y para un movimiento.
La acción de estos militantes consistió en subir al mirador del
Palacio de Cibeles, situado en dicha plaza, sede actual del
Ayuntamiento de Madrid (que no excelentísimo), por ser un edificio
emblemático de la arquitectura de nuestra capital y a modo de
reivindicación, de renovación, porque el modelo político que desde el MSR se propugna es totalmente contrario al que siguen los actuales partidos del sistema que, a día de hoy, ocupan la casa consistorial.
Ante los sorprendidos ojos de las más de cien personas que se encontraban en este núcleo central
de la ciudad, los militantes del MSR desplegaron una pancarta de
gigantescas dimensiones en el citado mirador, la cual rezaba “Otra
Europa es posible”, las siglas MSR y la llama, símbolo del movimiento. A pesar de los problemas causados por el fuerte viento imperante, pudo ser desplegada perfectamente durante
casi un minuto de los tres que en total duró la acción, antes de que
varios miembros de seguridad acudieran inmediatamente para dar por
finalizada la reivindicación.
Algunos de los activistas fueron
filiados e interrogados por la policía, sin más incidentes. Hoy, no
interesa que el mensaje disidente sea escuchado; la casta política no
cree en la renovación, porque eso conlleva dejar de ser parásito
de los ciudadanos. Conlleva dejar de engañar, empobrecer, esclavizar y
callar al mismo pueblo que les permite comer esos lujosos menús de dieta
laboral, esos lujosos coches oficiales en los que ir a trabajar, esas grandiosas casas que los que las pagamos, no podríamos ni permitirnos una décima parte.
En definitiva, les alimentamos, les vestimos y les permitimos vivir a
todo lujo para que, a cambio, nos maten de hambre, nos dejen desnudos, y
nos dejen sin casa. Porque sin nosotros no son nada, y si conseguimos
cambiar la actual situación apostando por la alternativa nacional y
revolucionaria, no nos engañarán más con falsas libertades, porque de
verdad, gracias a nosotros mismos y a nuestra intransigencia con la
injusticia del sistema, seremos libres y ojalá, para siempre.
RADICALMENTE SOCIALES
PROFUNDAMENTE NACIONALES
PROFUNDAMENTE NACIONALES
OTRA ESUROPA ES POSIBLE
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