A nadie sorprende ya el discurso sectario y
radical de la izquierda, tanto como su mensaje de odio irracional hacia todo lo
que no es marxista, en el que la sociedad se ha acostumbrado a
justificar y perdonar sus excesos, como a condenar cualquier crítica o reproche
a su conducta.
A pesar de su odio al sistema, este discurso mantiene
una infraestructura tanto dentro de las instituciones en cámaras, alcaldías,
partidos, sindicatos y agentes sociales, como en medios privados de prensa,
bufetes y asociaciones importantes.
Y es que por mucho que gobierne la derecha más
rancia, liberal y reaccionaria siempre se mantendrán intocables estas
infraestructuras, por ser estas, la mejor policía del pensamiento único; que
mantiene el actual sistema atado y bien atado.
Poco importa quien esté en el gobierno, los
valores de la izquierda son inmutables y hay de aquel que se atreva a
cuestionarlos, pues la calle es de ellos. Siendo su mayor feudo al que nadie se
atreve a desafiar.
Siendo nosotros su único obstáculo, de ahí que
su mayor odio no se dirija a los que controlan los mercados o el estado, pues a
estos les deben sus privilegios con millones de euros en subvenciones,
conciertos o locales sociales gratuitos y una total permisividad a la hora de
realizar "kale borroka" y manifestaciones no autorizadas.
Siendo su odio, no al sistema, sino a los que
quieren acabar con él. Para lo que no dudan en emplear todos los medios legales
o ilegales para conseguir su fin. El exterminio del social patriota, por ser el
mayor enemigo a esta tiranía del libre mercado que nos gobierna. No encontraremos esta misma violencia y
contundencia en actos del PPSOE, PNV o CiU, como en congresos del Bankinter o
el BBVA, puesto que poco les importa realmente quien controle el sistema, sino
quien se atreva a desafiarlo.
Siendo el mayor obstáculo que tiene nuestro
pueblo para movilizarse y reivindicar sus derechos y libertades, frente a 40
años de complicidad y monopolio por parte de una izquierda
"mamporrera" del poder.
Una izquierda que nunca permitirá que otras
organizaciones "ajenas" a su ideología, plantean nuevos proyectos
alternativos al sistema, por lo que a parte de la complicidad de la derecha o
del estado, o su acoso o violencia irracional de "al fascismo no se le
discute, se le combate" o "ni en las urnas, ni en las calles";
encontraremos el empleo de la mentira y el victimismo como un arma habitual de
sus acciones (algo legitimado en el marxismo leninismo).
Lo que hace necesario que para conseguir un
combate ideológico y doctrinario "justo" frente al sistema, que nos
permita ganarnos el corazón de nuestro pueblo y conseguir movilizar a la
ciudadanía en un frente social alternativo al poder, denunciemos su doble
moral.
La doble moral que tiene para hablarnos de
libertad y tolerancia, cuando son ellos los que más restringen este derecho
universal, practicando el apartheid político a todo aquel que se oponga a sus
ideales.
Doble moral para acusarnos de oportunismo con los temas sociales, cuando
son ellos los responsables directos, junto a la derecha, de que tengamos un
mercado laboral desregularizado, como una clase trabajadora sin derechos y
contratos precarios, que nunca se había conocido en tiempos del Franquismo.
Doble moral para acusarnos de asesinatos y
torturas, cuando el comunismo y anarquismo es responsable de mas de 1.000
muertos por terrorismo en España, por no hablar de fusilamientos y chekas, con
mas de 60 millones en todo el mundo, en el que sus víctimas siempre valen más que
las del resto y la violencia estará justificada dependiendo quien, si la
víctima es suya o nuestra.
Doble moral para justificar dictaduras de
izquierdas que son tan militaristas, autoritarias y homófobas, como las de
derechas y unos gobiernos que aplican los mismos recortes y políticas liberales
que la derecha.
Doble moral para acusarnos de ser cómplices
con el capitalismo, cuando son ellos los que mantienen los mismos objetivos
políticos y sociales del liberalismo, como es un mundo sin fronteras ni
banderas, en el que las personas y mercancías viajen libremente. Siendo el
nacionalismo el único obstáculo al internacionalismo liberal y marxista.
Y doble moral para acusarnos de racistas y
oportunistas por ayudar a españoles, mientras ellos realizan las mismas
campañas "selectivas" de recogida de alimentos y juguetes... pero NO
a españoles, sino a extranjeros del Dönest, como kurdos, sirios o iraquíes.
Pareciéndonos legitimo y noble cualquier actividad
solidaria a cualquier colectivo desfavorecido, como el apoyo a una causa justa
de cualquier parte del mundo. Pero nos parece mezquino e hipócrita que la
izquierda nos venga a dar lecciones de moralidad y ética por ayudar y luchar
por nuestro pueblo, cuando ellos se la están negando y en cambio no dudan en
realizarlo para el extranjero.
Dado que mientras ellos practican su
solidaridad por motivos ideológicos, debido a la petición de sus camaradas
comunistas rusos, como kurdos (como si la necesidad tuviera ideología). Para
nosotros nuestra solidaridad no entiende de izquierdas o derechas, ni se exige
estar afiliado o simpatizar con ningún partido.
Puesto que el amor por nuestro
pueblo es altruista.
Demostrando su racismo antiespañol al
discriminar españoles en sus campañas, al ser dirigidas exclusivamente a
"no españoles". Tal como muchas otras instituciones del sistema.
Ayudar a españoles es racista y sólo a extranjeros
es solidario ,ser un obrero patriota es ser cómplice del capital y un
empresario de izquierdas es solidario, si eres social patriota eres un criminal
y si eres antifa tienes carta blanca del sistema.
Maldita doble moral.