sábado, 9 de agosto de 2008

60 años de Hiroshima y Nagasaki

Hiroshima.

El día de 6 de Agosto de 1945 a las 8:15 horas de la mañana, el bombardero B-29 Enola Gay lanzó sobre Hiroshima la bomba Little Boy. Una bomba de fisión de uranio que pesaba 4 toneladas con una potencia explosiva de 15 kilotones, el equivalente a 15.000 toneladas de TNT.

La explosión –a unos centenares de metros de altura del puente en forma de 'T' tomado como objetivo– produjo una enorme bola de fuego con una temperatura inicial de centenares de miles de grados. La intensa luz pudo verse en toda la ciudad. Instantes después la explosión se expandió por el suelo en al menos un kilómetro de radio desde su hipocentro, la temperatura del orden de 3.000 a 4.000 grados mató a todas las personas y destruyó todos los edificios que estaban a su alcance.

La onda expansiva provoco un viento huracanado con una velocidad de más de 120 kilómetros por segundo, que transporto los restos de edificios destruidos como metralla en un radio de 12 kilómetros.

Minutos después, se elevo 9.000 metros en el cielo una columna de humo, polvo y escombros, en forma de hongo. Este fenómeno primero dejo a oscuras la ciudad mientras se incrementaban los incendios, más tarde provocó una lluvia negra –ácida– altamente radiactiva.

En el momento de su explosión perecieron en el acto entre 70.000 y 80.000 personas. Los más de 70.000 heridos perecieron en los meses siguientes por las intensas quemaduras, y las enfermedades –cánceres y leucemias– producto de la exposición a los rayos gamma.

Nagasaki

Un día después de la explosión de Hiroshima, el presidente norteamericano Harry S. Truman justifica el uso de la bomba y reclama al Japón la rendición, so pena de nuevas destrucciones. Dos días después la URSS declara la guerra al Japón, y EEUU decide marcar el territorio. El día 9 de Agosto, el B-29 Bock's car lanzo a las 11:02 de la mañana la bomba Fat man sobre la ciudad de Nagasaki, un objetivo elegido al azar a causa del tiempo nublado.

Ésta vez se trataba de una bomba de fisión de plutonio, con un peso de 4.5 toneladas y una potencia explosiva de 22 kilotones –el equivalente a 22.000 toneladas de TNT–. La explosión destruyó un área de 4.66 km2.

Entre 35.000 y 40.000 personas perdieron la vida en el acto; otras 40.000 quedando heridas perecieron meses después.

Rendición

El 15 de Agosto, después de duras discusiones entre el ejercito y el gobierno japonés, el emperador Hiro Hito declara la rendición del Japón.

El 27 de Agosto, el general Douglas McArthur entra con la flota norteamericana en la bahía de Tokio para obligar al emperador a aceptar las condiciones de la rendición.

Decenas de miles de supervivientes de las bombas de Hiroshima y Nagasaki –y sus descendientes– sufriran en sus carnes el resto de sus vidas las secuelas de las radiaciones, en forma de cánceres, leucemias y otras enfermedades.

~La solución final de los vencedores. Francesc Sánchez

El 17 de Julio de 1945 Stalin, Truman y Attlee, se reunieron en la ciudad alemana de Postdam para retomar las conversaciones después de los acuerdos de Teherán y de Yalta. Encima del tapete tenían la labor de retirar los enormes ejércitos de una Europa destruida por la guerra, establecer un nuevo reparto de poder en el mundo, y propulsar lo que luego devendría en las Naciones Unidas.

No obstante los acuerdos devinieron en desacuerdos. Stalin, con diez millones de soldados y diez millones de civiles muertos tras la guerra, no asumió compartir el mismo pedazo de tarta que sus aliados circunstanciales. Las exigencias soviéticas pasaban por establecer una área de influencia en la Europa oriental, en el mar Mediterráneo y en Extremo Oriente, donde la inminente caída del Japón abría un sin fin de posibilidades. Estas exigencias fueron quizá las que llevaron a Truman a aceptar el guante lanzado por el proyecto Manhattan desde Alamagordo, en Nuevo México.

Justo un día antes, el 16 de Julio, la primera bomba nuclear de la historia, desarrollada por un extenso grupo de científicos que inicialmente pretendía llegar antes que el Tercer Reich a ese hallazgo *, había explotado con éxito en el valle Trinity de Nuevo México.

El 6 de Agosto de 1945, un mes después de la destrucción del imperio alemán y del suicidio de Aldolf Hitler, se utilizó la solución final norteamericana contra el Japón destruyendo una de sus ciudades para poner fin a la guerra del Pacifico y marcar el nuevo reparto de poder mundial. Tres días después ante la declaración de guerra de la URSS al Japón, se lanzó la segunda bomba para evitar un nuevo reparto.

El fin de la Segunda Guerra Mundial tuvo unos vencedores pero poco a nada se aprendió de la guerra. La estulticia, la desconfianza y la lucha por el poder de los aliados, marcaron con la primera bomba atómica el inicio de una guerra fría que años más tarde devendría en una loca carrera armamentística, y una concepción del mundo bipolar que desataría cruentas guerras y golpes de estado en terceros países afines a las dos potencias hegemónicas.

En el alba del siglo XXI, sesenta años después del uso para matar de la fisión del átomo, y tras la caída forzada décadas atrás de uno de los adversarios de la guerra fría y la desestabilización de sus territorios, el mundo se encuentra de nuevo frente al abismo por estar manos de un inepto vencedor, y unas Naciones Unidas premeditadamente inoperantes.


IN MEMORIAM