Detenida una banda de 20 iraníes que robaba haciéndose pasar por miembros de las Fuerzas de Seguridad.
La Guardia Civil ha desmantelado una banda integrada por 20 iraníes que actuaban en las autovías A-1 y A-4, así como en las de circunvalación M-30 Y M-40 simulando un registro antidroga. En su mayoría las víctimas eran familias con niños pequeños o personas mayores para anular su capacidad de defensa, a los que intimidaban con una conducta muy agresiva.
Cuando los delincuentes localizaban a sus víctimas en las carreteras, se ponían en paralelo con su vehículo y utilizando luminosos les hacían detener el automóvil para llevar a cabo un supuesto control antidroga. Una vez detenidos, les mostraban un carnet falso y procedían a desvalijar todo lo que tuvieran de valor, marchándose con mucha celeridad.
La dificultad de la operación residía en que las víctimas no solían presentar denuncia de los hechos al pensar que quienes les habían asaltado eran agentes de la autoridad descarriados.
A los 20 detenidos se les imputa la realización de 50 delitos de robo con violencia e intimidación, usurpación de funciones públicas, falsedad documental y pertenencia a organización criminal.
Los falsos policías evitaban la exhibición de armas de fuego, aun simuladas, pues constituiría una agravante penal.
El grupo se organizaba en dos o tres subgrupos, que se repartían las zonas de actuación y los vehículos que utilizaban.
Los registros domiciliarios han permitido la incautación de los 19 coches con los que cometían sus robos, varias decenas de piezas de joyería y relojería, gran cantidad de carteras, porta-emblemas, anagramas y chapas metálicas diversas con los que simulaban pertenecer a cuerpos policiales, 3.120 dólares americanos, 630 libras esterlinas y 9.466 euros, procedentes de su actividad delictiva.
Varios de los componentes de dicha organización criminal empleaban identidades falsas, principalmente de nacionalidades pakistaníes, para tratar de evadirse de la acción policial.
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