La mayor operación contra el blanqueo de
capitales se ha saldado con 80 detenidos hasta la fecha. La red
criminal de origen chino introducía productos asiáticos de forma ilegal y
blanqueaba hasta 300 millones al año.
El Polígono industrial de Cobo Calleja, el mayor centro de comercialización de productos chinos de Europa
situado en Fuenlabrada (Madrid), amaneció rodeado de policías que
llevaron a cabo una macrooperación contra una red china dedicada al
blanqueo de capitales.
La Operación Emperador, desmanteló una
organización que supuestamente defraudó a Hacienda cientos de millones
con la importación de productos chinos, que distribuía y comercializaba
en tiendas de toda España a precios inferiores a los de mercado. En la
conferencia de prensa dada al respecto los responsables explicaron que
el proceso de blanqueo de los elevados beneficios obtenidos se realizaba
a través de paraísos fiscales, aunque la organización también sacaba el
dinero en efectivo en coches, furgonetas y trenes. Otra fórmula era a
través de transferencias o la creación de empresas remesadoras. El
blanqueo mediante paraísos fiscales era posible con la colaboración de
españoles con cuentas abiertas en territorios opacos. La organización
pagaba a estos contribuyentes a cambio de que realizaran transferencias
desde el paraíso fiscal a cuentas de la organización en bancos chinos.
La Policía calcula que la red criminal
blanqueaba entre 200 y 300 millones de euros al año y Salinas reconoció
que se desconoce cuánto tiempo llevaba operativa la organización. En
cualquier caso, la investigación que tuvo ayer su punto culminante se
inició en 2009. Así, como mínimo, la trama lavó entre 800 y 1.200
millones.
La Fiscalía emitió 110 órdenes de
detención y ayer mismo ya se logró arrestar a 80 personas. Las
autoridades españolas solicitaron la colaboración de la Interpol y en la
operación están vinculados otros siete países. De hecho, se está a la
espera de detener a 20 personas que residen en el extranjero. La
mayoría de arrestados son chinos aunque también hay españoles como el
concejal socialista de Participación Ciudadana de Fuenlabrada, José Borras,
que presuntamente facilitó licencias de aperturas de comercios a cambio
de dinero. El alcalde de dicha localidad, Manuel Robles, se comprometió
a suspender de forma cautelar al edil en caso de confirmarse la
imputación. Salinas señaló que hay otros cargos públicos implicados.
Y es que en la medida en que la red criminal introducía sin declarar o
declarando solo parcialmente productos importados de China, precisaba de
la colaboración de funcionarios.
Por otra parte, Nacho Vidal, popular
actor de cine pornográfico, también fue detenido por haber emitido,
presuntamente, facturas falsas a la organización. Esa es otra forma
típica de blanquear dinero. Vidal no formaba parte del núcleo de la
organización y su vinculación es secundaria.
Tráfico de personas y extorsión
El cabecilla de la organización, el
empresario chino Gao Ping, también fue detenido en un chalé de
Somosaguas (Madrid), una de las muchas viviendas registradas en el marco
de una operación en la que participaron hasta 500 efectivos y que se
desarrolló principalmente en Madrid, pero también en Barcelona, Zamora,
Málaga, San Sebastián o Valencia. Ping era de los pocos empresarios
chinos relativamente conocidos. Afincado en España desde 1989 y dedicado
a la importación y exportación, impulsó la Fundación de Arte y Cultura
(IAC) para alentar el intercambio cultural entre España y China. En 2010
abrió junto al Museo Reina Sofía la galería Gao Magee para dar a
conocer a los artistas chinos. La policía también inspeccionó ayer ese
establecimiento.
Durante el día de ayer, se incautaron unos seis millones de euros en efectivo.
Si bien la operación pivota sobre dos
grandes delitos, el de pertenencia a organización criminal y blanqueo de
capitales, la lista de cargos que se imputa a la trama es larga.
Cohecho, contrabando, delito contra la Hacienda Pública, contra la
propiedad intelectual o contra el derecho a los trabajadores. La red criminal se dedicaba también al trafico de personas
y, en palabras de Salinas, “extorsionaba a compatriotas chinos”. Con la
rueda de prensa del secretario de Estado de Seguridad y del Fiscal
Anticorrupción, Interior quiso ilustrar la importancia de la operación
contra el blanqueo de capitales. Ambos cargos públicos resaltaron que, además
de las numerosas detenciones efectuadas, se dictaron 122 embargos a
personas físicas y 135 embargos a empresas. También se incautaron más de
200 coches y numerosas obras de arte.
Los asociaciones de comerciantes
valoraron positivamente la operación y señalaron que algunos comercios
regentados por el colectivo chino aplican precios muy por debajo de los
de mercados. Si ello se logra a través del fraude fiscal, supone una
competencia desleal para el resto de comercios. En cualquier caso, la
operación amenaza con estigmatizar todavía más el cerrado colectivo de
los comerciantes chinos en España.