viernes, 2 de mayo de 2014

Avance 1 de Mayo. Madinaceli, 2014


Lo hicieron del único modo que saben hacerlo. Del único modo que pueden hacerlo. Como mezquinas y cobardes bestias sin rostro. Amparados en la oscuridad para no ser vistos; ejecutando en silencio su vil acción para no despertar a un pueblo que, a diferencia de ellos, aún tiene alma.

No atacaron el oro, atacaron la piedra. No atacaron a los enemigos de la sociedad, a aquellos que viven de la muerte de otros. Atacaron a los muertos. 



Ayer, en Medinaceli, en la ciudad del cielo, los que viven a ras del suelo, las alimañas materialistas, intentaron dar muerte al espíritu de los vencidos, de los olvidados, de los perdedores. Pero el espíritu es eterno... y ellos sólo polvo y huesos. 

Ayer, la sinrazón golpeó un monolito erigido por un puñado de literatos de varias partes del mundo en recuerdo a Ezra Pound. Lo profanaron personas -si pueden llamarse así- que no han leído a Pound. Posiblemente no hayan leído. Si hubiesen leído, sabrían que es imposible destruir con pintura un sueño,un mito, una idea.

No han conseguido nada con su ignominioso atentado, sólo han añadido una miserable página a su triste y efímera historia. 

Hoy, en Medinaceli, vuelven a cantar los gallos. Vuelven a cantar los mirlos. Y vuelven a rendir homenaje a Pound hombres y mujeres llegados de toda España con las almas ardiendo. 

Hoy, la ciudad del cielo se llena de miradas valientes, de rostros que no se tapan pues no tienen nada que ocultar. Hoy Pound está vivo, presente en el pecho encendido de decenas de poetas guerreros que enarbolan las banderas de la victoria hacia el cielo.

Hoy, un ejército creciente de soldados idealistas rinde homenaje a Pound ofreciendo su sangre y su alma, con la firme convicción de que la victoria está más cerca que nunca, una victoria que alcanzaremos alentados y empujados por la fuerza inmortal de los que nos precedieron, una victoria que será el fin de los enemigos de la poesía, del espíritu y de la civilización. 

Hoy, nuestros enemigos, escondidos en sus cloacas, temblando como pusilánimes desertores, presienten en sus entrañas que la luz está venciendo a la oscuridad.

Seamos esa luz.

¡Honor a nuestros héroes! ¡Honor a Ezra Pound! 

¡Viva el MSR!

Francisco Calderón