El sembró la semilla de la revolución nacional en España, con ardor y valentía alzó la voz y el brazo contra un gobierno cobarde y apátrida, como el que se encuentra hoy en el poder.
Fue quien implantó en nuestros corazones las ansias de libertad de una patria oprimida por las eternas luchas sin sentido entre las izquierdas y derechas, que sólo han conseguido el enfrentamiento y el derramamiento de sangre entre hermanos.
Pasará a la historia como uno de esos bravos guerreros, como tantos los ha habido, que supo morir con valor y honor defendiendo sus ideas. Su recuerdo nos inspira en nuestra lucha contra este vil sistema, que nos arrebata nuestra libertad y nuestro orgullo, que nos impone leyes que dan la espalda al pueblo, que no duda en ejercer su represión contra cualquier voz disidente que denuncia sus atropellos y su dictadura impuesta, llamada dinero.
Nosotros plantamos cara a todas estas injusticias y honrando su memoria, daremos prueba irrefutable de que su muerte no fue en vano, al igual que la de muchos otros camaradas que cayeron a su lado en la lucha por su patria.
Nosotros plantamos cara a todas estas injusticias y honrando su memoria, daremos prueba irrefutable de que su muerte no fue en vano, al igual que la de muchos otros camaradas que cayeron a su lado en la lucha por su patria.
Le arrebataron la vida, pero su espíritu llena miles de corazones de esa juventud a la que siempre se entregó y que creía como única fuerza creadora, de que la patria dispone.
Esa juventud que combatía en las calles, que defendía con fervor las palabras gritadas en cada ciudad y en cada pueblo; el pan, la patria y la justicia.
El no querría homenajes, señalaría con el dedo a los actuales enemigos de nuestro pueblo y actuaría en consecuencia.
Mataron al hombre, al político, al pensador, al héroe, al filósofo... Su memoria por siempre quedara en nuestros corazones, marcara los pasos en la construcción de una nueva España y una grande Europa.
Hoy más que nunca:
¡¡NO PARAR HASTA CONQUISTAR!!
¡¡NO PARAR HASTA CONQUISTAR!!
