lunes, 12 de enero de 2015

Doble Moral

A nadie sorprende ya el discurso sectario y radical de la izquierda, tanto como su mensaje de odio irracional hacia todo lo que no es marxista, en el que la sociedad se ha acostumbrado a justificar y perdonar sus excesos, como a condenar cualquier crítica o reproche a su conducta.

A pesar de su odio al sistema, este discurso mantiene una infraestructura tanto dentro de las instituciones en cámaras, alcaldías, partidos, sindicatos y agentes sociales, como en medios privados de prensa, bufetes y asociaciones importantes.



Y es que por mucho que gobierne la derecha más rancia, liberal y reaccionaria siempre se mantendrán intocables estas infraestructuras, por ser estas, la mejor policía del pensamiento único; que mantiene el actual sistema atado y bien atado.



Poco importa quien esté en el gobierno, los valores de la izquierda son inmutables y hay de aquel que se atreva a cuestionarlos, pues la calle es de ellos. Siendo su mayor feudo al que nadie se atreve a desafiar.
Siendo nosotros su único obstáculo, de ahí que su mayor odio no se dirija a los que controlan los mercados o el estado, pues a estos les deben sus privilegios con millones de euros en subvenciones, conciertos o locales sociales gratuitos y una total permisividad a la hora de realizar "kale borroka" y manifestaciones no autorizadas.





Siendo su odio, no al sistema, sino a los que quieren acabar con él. Para lo que no dudan en emplear todos los medios legales o ilegales para conseguir su fin. El exterminio del social patriota, por ser el mayor enemigo a esta tiranía del libre mercado que nos gobierna. No encontraremos esta misma violencia y contundencia en actos del PPSOE, PNV o CiU, como en congresos del Bankinter o el BBVA, puesto que poco les importa realmente quien controle el sistema, sino quien se atreva a desafiarlo.

Siendo el mayor obstáculo que tiene nuestro pueblo para movilizarse y reivindicar sus derechos y libertades, frente a 40 años de complicidad y monopolio por parte de una izquierda "mamporrera" del poder.
Una izquierda que nunca permitirá que otras organizaciones "ajenas" a su ideología, plantean nuevos proyectos alternativos al sistema, por lo que a parte de la complicidad de la derecha o del estado, o su acoso o violencia irracional de "al fascismo no se le discute, se le combate" o "ni en las urnas, ni en las calles"; encontraremos el empleo de la mentira y el victimismo como un arma habitual de sus acciones (algo legitimado en el marxismo leninismo).



Lo que hace necesario que para conseguir un combate ideológico y doctrinario "justo" frente al sistema, que nos permita ganarnos el corazón de nuestro pueblo y conseguir movilizar a la ciudadanía en un frente social alternativo al poder, denunciemos su doble moral.

La doble moral que tiene para hablarnos de libertad y tolerancia, cuando son ellos los que más restringen este derecho universal, practicando el apartheid político a todo aquel que se oponga a sus ideales.

Doble moral para acusarnos de oportunismo con los temas sociales, cuando son ellos los responsables directos, junto a la derecha, de que tengamos un mercado laboral desregularizado, como una clase trabajadora sin derechos y contratos precarios, que nunca se había conocido en tiempos del Franquismo.

Doble moral para acusarnos de asesinatos y torturas, cuando el comunismo y anarquismo es responsable de mas de 1.000 muertos por terrorismo en España, por no hablar de fusilamientos y chekas, con mas de 60 millones en todo el mundo, en el que sus víctimas siempre valen más que las del resto y la violencia estará justificada dependiendo quien, si la víctima es suya o nuestra.

Doble moral para justificar dictaduras de izquierdas que son tan militaristas, autoritarias y homófobas, como las de derechas y unos gobiernos que aplican los mismos recortes y políticas liberales que la derecha.

Doble moral para acusarnos de ser cómplices con el capitalismo, cuando son ellos los que mantienen los mismos objetivos políticos y sociales del liberalismo, como es un mundo sin fronteras ni banderas, en el que las personas y mercancías viajen libremente. Siendo el nacionalismo el único obstáculo al internacionalismo liberal y marxista.

Y doble moral para acusarnos de racistas y oportunistas por ayudar a españoles, mientras ellos realizan las mismas campañas "selectivas" de recogida de alimentos y juguetes... pero NO a españoles, sino a extranjeros del Dönest, como kurdos, sirios o iraquíes.

Pareciéndonos legitimo y noble cualquier actividad solidaria a cualquier colectivo desfavorecido, como el apoyo a una causa justa de cualquier parte del mundo. Pero nos parece mezquino e hipócrita que la izquierda nos venga a dar lecciones de moralidad y ética por ayudar y luchar por nuestro pueblo, cuando ellos se la están negando y en cambio no dudan en realizarlo para el extranjero.

Dado que mientras ellos practican su solidaridad por motivos ideológicos, debido a la petición de sus camaradas comunistas rusos, como kurdos (como si la necesidad tuviera ideología). Para nosotros nuestra solidaridad no entiende de izquierdas o derechas, ni se exige estar afiliado o simpatizar con ningún partido. 
Puesto que el amor por nuestro pueblo es altruista.




Demostrando su racismo antiespañol al discriminar españoles en sus campañas, al ser dirigidas exclusivamente a "no españoles". Tal como muchas otras instituciones del sistema.
Ayudar a españoles es racista y sólo a extranjeros es solidario ,ser un obrero patriota es ser cómplice del capital y un empresario de izquierdas es solidario, si eres social patriota eres un criminal y si eres antifa tienes carta blanca del sistema.


Maldita doble moral.