A todos nos sorprendió el giro de Syriza convocando un Referéndum, por el que se suspendieron las negociaciones entre la Troika y el gobierno heleno, en el que se convocaba al pueblo griego a votar, denunciando las duras condiciones impuestas por Bruselas.
Pero de lo que nadie habla es de la propuesta del gobierno de Tsipras, por el que se aceptaban importantes subidas de impuestos, recortes en salarios y pensiones, como la aceptación de la Deuda, ya denunciaba por Amanecer Dorado y el Partido Comunista Griego.
Esta gran escenificación del ministro excéntrico Varoufakis, montado en moto y desafiando a los mercados. Cuando estos YA habían aceptado asumir la liquidez de los bancos griegos, empobreciendo aún más el país y endeudando a su pueblo para asumir mas deuda.
El 'NO' de Grecia no supone ni la salida del Euro, ni la ruptura de las negociaciones o recuperar soberanía frente al FMI, del que tan sólo se re-negocia si se le perdona un 20 o un 30% de la deuda ya obtenida.
Que no nos engañen, mas préstamos= deuda = menos soberanía.En el que todo este paripé de Siriza, se debe a la tozudez de Alemania y Holanda (mayores prestamistas) por no 'perdonarles' un 5 o un 10% más, frente a la postura de Francia y EE.UU. que aceptaban de buen grado la propuesta griega.
En el que el mismo ex-revolucionario Podemos e IU, no sólo asumen la deuda explotadora de los Mercados sino continuar en el Euro. Moneda que solo beneficia a los Bancos y Alemania. El euro no sólo ha empobrecido a los pueblos del Sur de Europa, sometiéndonos a recortes y derechos sociales, para mantener un préstamo del que solo los bancos disfrutarán.
Por lo que una moneda propia se hace necesario, para devaluarse cuando exista una crisis financiera (como siempre ha sido), sin necesidad de tantos sacrificios fiscales y sociales. Manteniendo nuestra Soberanía Nacional frente a una moneda impuesta que sólo beneficia a las exportaciones de Alemania, por el capricho de una oligarquía del BCE.
Más deuda, supone menos Soberanía, esto lo sabe las izquierdas, tan bien como las derechas. Por lo que este plebiscito no supone una ruptura de las imposiciones de los Mercados, como la consecuente salida del Euro, sino el sometimiento a más deuda, importando poco si son mas o menos millones de euros.
Este gran fraude, ha servido para reforzar a una izquierda griega dividida, por la traición al programa electoral ofrecido al votante. Así como para 'escenificar' un 'bofetón' en la cara a la Troika (como así decía Le Pen) dado que la ciudadanía europea se ha volcado con el pueblo griego, identificado con él, dado el hartazgo general hacia los recortes impuestos por los Mercados.
Siendo esto lo verdaderamente interesante de estos días, en el que independientemente de la traición y la mentira de izquierda de Syriza, un fervor patriótico ha surgido por toda Grecia, así como para concienciar a los pueblos europeos hartos de los constantes abusos del BCE, el FMI y los burócratas del Consejo Europeo.
Siendo estos últimos tan responsables, como los mercados. Recordemos como todos los gobiernos de izquierdas como de derechas han aplicado los mismos dictados, independientemente de la demagogia que hicieran en defensa de los servicios públicos y derechos sociales, en el que la nueva izquierda anti-casta de Syriza y Podemos no es una excepción.
Por lo que este fraude generalizado sólo servirá para desengañar aún mas, tanto al votante de izquierdas como de derechas, por mucha demagogia que ha cautivado a un pueblo desesperado esta nueva izquierda populista. Que según ha ido acercándose al poder, ha ido devaluando su discurso revolucionario y anti-sistema, promovido por una prensa al servicio del capital y no de la ciudadanía, como siempre nos venden.
Por lo que el nacionalismo revolucionario debe estar preparado para este nuevo escenario que se presenta, preparados para ocupar un espacio social que la izquierda ha abandonado, al haber traicionado a las clases populares por ocupar despachos y gobiernos. Es por ello que nos enfrentamos al previsible desplome de la hegemonía de la izquierda en los movimientos sociales, en el que patriotismo se situará como única alternativa al internacionalismo de los mercados.
¿Estaremos preparados para este nuevo reto?