Fotografías: Juan Luis Jaén
Las cárceles de la Comunidad de Madrid albergan actualmente 8.714 presos y "siguen masificadas", ya que se encuentran al 145 por ciento de su capacidad, según un informe elaborado por la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (Acaip).
No obstante, la población interna de los centros penitenciarios de Madrid ha descendido desde el 1 de enero hasta el hasta el 16 de mayo en 30 presos. En relación al número de presos, el informe de Acaip revela que la región es la tercera comunidad autónoma, después de Andalucía y Cataluña.
La población reclusa en territorio andaluz es la que más aumenta de todo el país. En el conjunto del país, las 77 cárceles existentes tenían a mediados de mayo un total de 69.546 reclusos, un 3,65 por ciento más que el 31 de diciembre de 2007.De este modo, la población carcelaria nacional ha crecido a un ritmo de 17,85 presos al día mientras que en los últimos cuatro años de gestión la población penitenciaria ha aumentado la "nada desdeñable" cifra de 13.438 reclusos más, denuncia Acaip.
Las más llenas: Soto y Valdemoro
Los siete centros penitenciarios de la Comunidad de Madrid cuentan con 4.684 celdas, diseñadas en su origen para dar cabida a un solo recluso, pero luego fueron adaptadas por las necesidades para ser compartidas. La situación más preocupante es la que se registra en los centros penitenciarios de Soto del Real y Valdemoro, en las que la tasa de hacinamiento es mayor, según las estadísticas que maneja Acaip.
La prisión de Soto tiene 1.008 celdas funcionales -aquellas en las que duermen los internos-, y 224 plazas complementarias -las dedicadas a aislamiento, enfermería, etcétera- que Interior contabiliza como funcionales, y tiene una sobreocupación de aproximadamente un 150 por ciento.
En el centro de Valdemoro también hay una importante masificación, según el sindicato. El centro está preparado para recluir algo más de 700 delincuentes. Sin embargo, tras sus muros están encerrados más de un millar. El único centro de la región donde no hay problemas con las plazas disponibles es en Madrid I, la prisión de mujeres, que tiene 456 celdas.
Los sindicatos de prisiones vienen denunciando desde hace varios años la difícil situación por la que atraviesa el sistema penitenciario español. Se quejan no sólo del problema de falta de espacio, sino también de los problemas de convivencia que esto genera.
Además, añaden, que el aumento de presos no ha sido acompañado en proporción de uno de funcionarios, lo que propicia que se den situaciones como que grupos de hasta 300 reclusos tengan que ser controlados por un sólo vigilante, según denunciaron la semana pasada los sindicatos. Para intentar aliviar esta situación, Instituciones Penitenciarias tiene previsto inaugurar este verano un nuevo centro en la localidad de Estremera, en los límites de Madrid y Toledo, que contará con 1.008 celdas aunque podrá albergar hasta 1.500 presos.