jueves, 28 de junio de 2012

Fantasmas y fantasmadas



Los desahucios tienen cara, la crisis tiene alma, el dolor es propio del ser humano. Cuando se rescata a la banca, se ayuda a la banca ¿qué deben sentir estas personas? Personas con cara, con alma y que sufren. Un banco es un negocio, un negocio multimillonario, que sirve principalmente a los ricos, a los poderosos, a las grandes empresas, a los políticos, un pueblo no puede permitir que se dé de su propio dinero para “salvar” un negocio privado, que para más inri, hace sufrir a personas de su propia comunidad, personas honradas, personas con enfermedades, que no se pueden valer por si mismas, personas que han quedado completamente desasistidas.


Un estado y sus gobernantes tienen el deber de proteger a sus ciudadanos de injusticias, dar todo el apoyo y ayuda a sus enfermos, a sus mayores, a sus niños…pero no, los gobiernos ayudan a empresarios dueños de negocios, bancos, en los que lo único que se produce es movimiento de dinero, un dinero en cantidades insultantes que se nutre en gran medida de lo que cobran en comisiones por ingresos, por transferencias, por domiciliar pagos, por intereses de préstamos, hipotecarios, por…respirar. Ellos mueven nuestro dinero y crean su dinero, ellos no sudan descargando un camión, ni conduciéndolo, ellos no bajan a la mina, ellos no tienen un horario de 7 de la mañana a 10 de la noche, ellos no temen al despido, ellos tienen las espaldas cubiertas siempre, ellos no se manchan la ropa trabajando, ellos tienen las manos sucias y no tienen conciencia. Viven gracias al esfuerzo de nuestro trabajo, a lo que nosotros producimos, por ello nosotros, todos los que si tenemos conciencia, debemos impedir que este abuso continúe, es un deber.

 
El dinero no existe, no posee un valor real que respalde esos millones y millones de papelitos, esas monedas, no existen, hemos basado nuestras sociedades en la nada, esa nada avanza, no debemos permitir que nos engulla a nosotros, quienes deben ser eliminados de la existencia de cualquier sociedad sana es el negocio de la usura, del banquero. Debemos construir un mañana mejor demoliendo a los caciques de la economía, un mundo en el que prime la recompensa al esfuerzo, la producción, la creación, en el que quien gestione el dinero sea gestor y no amo, en el que quien gobierne sirva y no se crea dueño de todo.

Pero si seguimos adormecidos por selecciones, por playitas, por novi@s, por tanguitas, por Facebook y tintos de verano, nada va cambiar más que a peor. Vuestras inacciones, vuestros silencios os hacen cómplices de esta barbarie, sois una de las miles de patadas que sienten los desahuciados, los parados, los que echan el cierre, los que no pueden alimentar a sus hijos, los que no podrán comprar este año los libros, los que acuden a comedores, los que ya no tienen nada más que perder…Cada noche tanto revolucionario de salón y barra fija debería hacer examen de conciencia y preguntarse ¿Qué hice hoy para que la revolución estalle? ¿Qué hice hoy contra el cáncer que nos está matando? ¿Qué hice hoy contra los tiranos? Y muchos, demasiados, se darán cuenta de que o sólo hablaron en el msn, o en su blog maravilloso, en Facebook, o en la barra de algún bar. No hicieron nada, no trabajaron por desvelar las mentiras del sistema, no repartieron ni un miserable folleto, no intentaron cambiar la opinión de nadie (para muchos ser NR es como tener almorranas, se sufre en la intimidad y en silencio), a lo sumo son súper NRs en foros sectarios, donde todos se aplauden y hacen la ola, no, nunca irán a lugares donde la mayoría piense de otro modo. No compran libros, pero dicen que los compran y cuando juzgan a nuestros libreros o editores se les llena la boca en internet, pero no mueven más dedos que los que usan para el teclado, y dicen que compran libros y es totalmente falso, la marcha económica de los defensores de nuestras ideas hablan por si solas.

Yo ya me he cansado de los travestidos de la red, me he cansado de los patriotas de “la roja” o los de “me olvido de todo por la roja”, me he cansado de fantasmas y fantasmadas, a mi se me parte el corazón cuando veo un caso como el del video, ¡¡¡y son tantos ya!!! Se me parte el corazón de saber que una mujer debe superar sola el dolor y sacar adelante a toda una familia numerosa sola, se me parte el corazón saber que hay familias en las que a día 5 solo quedan 10€ en la cartera, ¡¡y son tantos!!! Se me parte el alma con cada niño que carece de algo tan indispensable como sus libros, su material escolar, se me parte el alma cuando sus padres no pueden hacer frente a comprar unos simples zapatos.

A partir de ahora solo me creeré a quien vea que luche contra todas esas injusticias, a quienes vea en la calle, a quienes defiendan la justicia a pecho descubierto y sin dobleces, a quienes les duela lo que les debe de doler, a los que no guarden silencio, a los que arriesgan. A los demás que les den por donde amargan los pepinos.

Carmen M. Padial
Responsable de la Secretaría Nacional de Difusión, Imagen y Comunicación del MSR