miércoles, 6 de febrero de 2013

Crónica de la conferencia "El patrimonio rehuido: Las hablas de España"

El viernes día 1 de febrero tuvo lugar en la sede social del MSR Madrid una conferencia que trató un tema espinoso y de viva actualidad en la política territorial española; las lenguas y cómo son tratadas por los partidos políticos que ostentan los cargos de poder en las instituciones españolas. En este país los partidos políticos y sus organizaciones paralelas han tomado “al asalto” todo el patrimonio cultural que existe; así aplican la norma del beneficio, desechando la cultura que no les vale para sus fines absolutamente privativos. Es decir, los partidos políticos en el poder emplean la cultura presente en cada parte de España para sus propios fines electoralistas y económicos. Lo que no supone un beneficio para ellos es atacado hasta hacerlo desaparecer.
El idioma se nos presenta como la punta de lanza de esa utilización partidista de la cultura, viendo como todos los partidos en las instituciones políticas lo emplean como arma partidista para atacarse entre sí (carece de importancia en nombre de quien se batan, puesto que la finalidad siempre es su propio interés de partido, nunca existe algún interés social). Sin embargo, con todo esto que tenemos a desgracia en España; nuestro más cercano vecino -Portugal- posee también un segundo idioma en su territorio.

Tal idioma es el mirandés (se extiende por el noreste de Portugal), que se ve actualmente reconocido y protegido por las instituciones portuguesas, e igualmente potenciado en su conservación y difusión por las instituciones mirandesas y su población. Existiendo en el vecino Portugal el ejemplo contrario de lo que encontramos en toda ocasión en España. Ni hay utilización partidista de la cultura, ni hay exclusión social ni escolar, que promueve una sociedad libre de organizaciones carroñeras que hunden sus garras en la sociedad para vivir parasitándola.
Tenemos así un inmenso ejemplo de cómo la cultura es de la sociedad y no de partidos políticos u otras organizaciones privadas. De cómo la cultura es de su pueblo, y cómo ese pueblo se preocupa por el hoy, y no por el ayer. Por conservar, enseñar y engrandecer el patrimonio que les ha sido legado; siempre mirando al mañana y nunca atorándose en disputas estériles sobre el pasado (disputas amargamente repetidas en España).
Finalmente se terminó esta conferencia con una reflexión sobre la cultura: No aparece de la nada. No se forja sin nadie. Todos los campos de la cultura necesitan esfuerzo y constancia, la voluntad abnegada de aspirar por el avance constante… por la profundización en el conocimiento. Como ejemplo bien visible, ni los cuadros de Velázquez se pintaban solos, ni las obras de Cervantes se escribían solas, ni los edificios de Gaudí se diseñaban solos. Esos tres ejemplos personales requirieron toda una vida de esfuerzo en sus respectivos campos para lograr la creación más sublime, por alcanzar siempre un nivel superior en cada obra realizada. Y un pueblo sólo es capaz de pervivir en la medida que tenga en su haber social, un intrínseco aprecio por la cultura y el conocimiento. Nunca puede existir por mucho tiempo un país gobernado por individuos que desprecian a los miembros más estudiosos e investigadores de esa sociedad.
Tras la conferencia, tuvo lugar el turno de preguntas de los asistentes, que preguntaron al conferenciante acerca de las posibilidades reales en subvertir la situación de desgracia cultural en España. A lo cual respondió que sólo puede venir el cambio de los individuos que vean la cultura como un legado recibido y una herencia que engrandecer, y no como un negocio del que aprovecharse para los negocios económicos o electorales.