San Isidro, cuyo nombre era
Isidro de Merlo y Quintana, estuvo casado con Santa María de la Cabeza.
Su amo fue el noble Juan de Vargas y en su casa en Madrid hay
actualmente un museo con exposiciones temporales sobre temas madrileños y
también con recuerdos relativos a la vida del santo.
Son varios los milagros que se
atribuyen al santo, encontrándose entre los más famosos el del pozo (en
el que, gracias a su oración, las aguas de un pozo subieron para poder
rescatar a su hijo, que posteriormente será conocido como San Illán, que
había caído en él), y de los Ángeles, popularmente narrado como que los
ángeles araban el campo mientras que San Isidro rezaba (aunque según
las actas de la canonización, Iván de Vargas vio cómo dos ángeles
ayudaban a Isidro a arar más rápido tras haberse detenido éste
anteriormente a rezar en todas las parroquias por las que pasaba de
camino al trabajo).
Fue beatificado por Paulo V el
14 de junio de 1619 y canonizado el 12 de marzo de 1622 por Gregorio XV,
junto a San Felipe Neri, Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola y
San Francisco Javier, aunque la bula de canonización no fue publicada
hasta 1724 por Benedicto XIII. Fue declarado patrono de los agricultores
españoles por Juan XXIII en bula del año 1960.
Debido a su profesión, labrador,
se le considera también patrono de los labradores y es venerado en
muchos pueblos con procesiones en las que se bendicen los campos. Es
considerado también el Santo y patrón de los Ingenieros Agrónomos. El 15
de mayo, día de su festividad, se realiza en Madrid una procesión con
una imagen del santo, venerada en la antigua catedral madrileña.
En Madrid, su localidad natal,
de la que es patrón, se celebra una romería en torno a la ermita erigida
en su honor, en la Pradera de San Isidro junto al Río Manzanares. Dada
la condición mozárabe del santo, este santuario tiene el privilegio de
la celebración de la liturgia hispana (Bendición del agua, 21 de
noviembre, 18 de diciembre, 2 de enero, etc).
Las fiestas de San Isidro se
celebran durante varios días en torno al 15 de mayo. Estas fiestas
patronales en honor a San Isidro Labrador se caracterizan por las
romerías, verbenas, atracciones y diversos espectáculos. En la romería
de San Isidro se dan cita algunos de los elementos más definitorios de
lo que se ha denominado el «casticismo madrileño». La celebración de
esta festividad tiene lugar en la Pradera de San Isidro y en las calles
aledañas.
El cuadro La pradera de San
Isidro, pintado por Francisco de Goya en 1788, es un ejemplo de la
importancia que adquirió esta celebración en el pasado.
Cada 15 de mayo es costumbre que
los madrileños se reunan para comer en la famosa pradera. Como si se
tratase de un picnic, extienden mantas en el suelo para disfrutar de la
tortilla de patata, la empanada, el vino (preferiblemente en bota) o un
cocido madrileño gigante, soliendose acercar a repartir o, al menos,
bendecir el alcalde que corresponda.
También es típico bailar un
chotis vestido de chulapo y comprar las tradicionales rosquillas tontas y
listas en los puestos de la feria.
Por la defensa de nuestra identidad, nuestra cultura y nuestras tradiciones.